La apertura de la CAAC de Bahía Blanca, el 26 de julio de 1991, en coincidencia con el 31 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, se presenta como un hecho inédito en la ciudad, que había canalizado estos temas especialmente a través del movimiento estudiantil, durante los primeros años de apertura de la Universidad Nacional del Sur.
Los inicios marcan un verdadero desafío para esta institución que se plantea un trabajo en dos aspectos centrales como: el ideológico y de apoyo a la revolución en sus ideales y fines y el de una misión de ayuda material para morigerar el período especial y las grandes carencias que afrontaba la Isla, aislada de todo suministro y apoyo político internacional.

Sin embargo, posteriormente se muestra la congregación de diversos espacios de origen heterogéneo que alumbran una pluralidad de actividades que se eslabonan en torno a la salud, el conocimiento, el arte retroalimentando una vital sinergia entre actores y contextos entre Cuba y Bahía Blanca/Cuba y Argentina y Cuba-Argentina y nuestrAmérica.