Para poder leer gratuitamente este libro primero debes ingresar como usuario
Este es un libro donde la palabra busca al hombre en cada recodo, en cada hueco de la vida cotidiana, desde magias, amores, ternuras y furias. “El hombre es una clave que se repite hasta lo profundo/estos dedos de mi mano no son distintos que la niebla/mis ojos y mi aliento/son tan otoño como aguacero/y no hay floresta más hermosa / que tenerte desnuda aquí dormida” dice Armando de Magdalena en uno de sus poemas en este libro que fue creciendo en un escenario donde cada día la poesía es castigada por vientos inclementes.
Armando es poeta cuando habla, cuando piensa, cuando agita con sus escritos- incluyendo la prosa- las luces de la palabra en vuelo buscando justicia.
Habla desde esquinas dormidas, desde aleros imperceptibles, desde escondrijos, como un espía amante de lo humanísimo. “Estamos en el borde tristura!/expuestos y acechados entre el milagro roto y la desolación/entre la bruma y la arena el odio y la ternura/ entre tus huerfanitos y la revolución”. Lo dice y aprieta el cuello del lector una mano de niebla, como lo que vamos sintiendo en la impotencia de cada día.
Desde la buena furia sigue: “A la mierda con todo, se enfrió la sopa!/el almacén de Dios siempre cierra temprano.../Estamos en el borde carajo!/sitiados en el alma y sin poder llorar”. (Stella Calloni)